América entró en su cafetería favorita huyendo del frío viento de septiembre. Con las mejillas coloradas, se sentó en la mesa de siempre, habló con el camarero de siempre y pidió el capuchino de siempre.
Pero no os vayáis a pensar que América era una chica normal y corriente. Que va, estarías cometiendo la mayor de las estupideces. América era la chica de los lunes, la pelirroja de los ojos claros, la artista, e incluso, la chica de los grandes proyectos.
América estaba destinada a hacer grandes cosas.
Quizás por eso tenía ese nombre, porque iba a realizar grandes cosas :)
ResponderEliminarUn beso!