Estúpido ser.

-Amy, ¿no vas a perder la esperanza nunca? O la alegría o las fuerzas para seguir intentándolo. Me pones de los nervios.
-Claro que no, Azazel, ya queda menos para que caigas bajo mi hechizo.- dijo la chica acariciándose su barba ya de dos decenas de centímetros.- Me adoras y cada día te cuesta más disimularlo.
-Amy, no te confundas. Recoge tu dignidad y no vuelvas a perderla. Yo nunca saldré contigo. No me gustas, apestas a problemas. Intentando seducirme sólo haces el ridículo.
    Amy se rió con su preciosa risa mientras veía a Azazel alejarse de ella. - Te recuerdo, corazón, que somos artistas de circo. ¿Quién mejor que nosotros para hacer el ridículo?


-Ah, y la esperanza es lo último que se pierde, estúpido demonio exiliado.

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