No me hagas esperar.

Querido Yago,
Hoy la habitación se ha llenado de fantasmas. He vuelto a recordar como era cuando estabas aquí y me he dado cuenta de que estoy mucho mejor así. En invierno me sobran las mantas que tú me quitabas, los domingos ya no son astrománticos, y vuelvo a tener clara la línea que separa el bien del mal. Todo vuelve a ser como debe ser, las cosas no están patas arriba. Todo sería perfecto para alguien tan amante de la rutina como yo si no fuese por un pequeño detalle. No me encuentro a mi misma, Yago. Así que haz el favor de contestar de una maldita vez, o mejor, de mover tu jodido culo fuera de tu celda, que todavía tienes una deuda que saldar. Tú me perdiste, tu me encontrarás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario