No me pidas que me vaya, no me pidas que te deje, porque no podré. Es como cuando estás contemplando una puesta de sol desde lo alto de una noria, simplemente es hermoso, te gusta, y aunque quisieras (que no es el caso) no podrias bajar. Es así de sencillo.
Y ahora, dame un beso de esos que humillan a la soledad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario