Puede que vuelva por Navidad.

-Phoebe...
-No, no digas nada. Lo estás haciendo todo muy difícil.
-Pero yo no quiero que te vayas...
-No, no, no, no deberías haber dicho eso. No lo sientes, ya no somos los mismos. Ya no vienes a comprobar si hay monstruos debajo de mi cama, ni pones los ojos en blanco cuando Funky se come tus galletas.
-Pero...
-No, eso no es lo peor, Rulo. Has dejado de creer en las casualidades, has dejado de creer en mí.
-No, Phoebe...
Las lágrimas empezaron a resbalar por las mejillas de Phoebe, que se las limpió con el dorso de la mano a la vez que cerraba la puerta.
-Yo... Yo te quiero, Phoebe.


¿Y si te dedico una canción?

No hay comentarios:

Publicar un comentario