Agujeros

No pido tanto, idiota.


Solo dos días. Dos días nos hemos visto desde que nos conocemos. En el primero, tenía más alcohol que sangre en las venas. Y el segundo tampoco cuenta.
¿Quién te has creído que eres para robar mi corazón?
A punta de pistola, entre besos y mordiscos, te llevaste algo que era mío.

Tu lengua por mi cuello, y un pedazo menos. Tus ojos fijos en los míos y te agenciaste otro. Tu sonrisa de niño malo se llevó el tercero. Me dejaste sin nada.
Lo quiero. Lo quiero de vuelta. No soporto tanta angustia.

Me has robado un órgano vital, no tengo más que un agujero negro dentro del pecho. Ansiedad. Se queda en mí y no se quiere ir. Estoy tan llena de agujeros que podrías mirar a través de mí. Rescátame, o devuélveme lo que es mío, truhán.

Dame alcohol para olvidarte. Dame ibuprofeno para que dejes de dolerme.

Dame lo que sea, pero mañana quiero levantarme y no acordarme de nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario