Va a ser lo mejor

De verdad que no lo entiendo. No entiendo estos juegos, este aquí te pillo pero no te mato. Huye, vuela, corre que te cojo. Te he visto, no me acuerdo.

Dame algo a lo que pueda agarrarme. Cualquier cosa. Estás ganando la partida y a mí nunca se me ha dado demasiado bien perder. Déjame aferrarme a algo antes de renunciar, porque sabes que lo haré. Sabes que tengo mucho menos aguante del que me gustaría, mucho menos de lo que presumo. "Dime de qué presumes y te diré de que careces". Exacto. Acertaste.

Se me han acabado los ases en la manga y los tréboles de cuatro hojas. Voy perdiendo por encima de mis posibilidades. No me queda nada que apostar, solo pedazos rotos de mí. ¿De verdad quieres ganar así?

Pues que sepas que yo no. Puede que solo me queden pedazos rotos, pero son MIS pedazos. ¿Te he comentado ya que no te los quiero dar? Son míos. Voy a ser suficientemente egoísta como para quedármelos, y no dejarte conquistarlos, porque ya me he cansado. Contigo es un no parar de perder.

Así que aquí me tienes. Rota y cabizbaja. Nada que ver con cómo era cuando me conociste, ¿verdad? Pues esto lo has echo tú. Lo que queda de mí es obra tuya. 

Pero que no te mate la culpa, que ya he sanado mis heridas miles de veces. Los pedazos que me quedan están hechos de cicatrices. Son terreno hostil, curtido de tantas batallas. No hace falta que intentes arreglarme, ni que te conviertas en el buen samaritano de la última hora. Me repliego a mi guarida. Sola. No necesito ninguna ayuda.

Déjame sola, por favor. 

Volveremos a vernos cuando no sea tan frágil.

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