En un acto de buena fe, te voy a poner las cosas fáciles. No te voy a pedir nada que no me quieras dar, aunque puedas. No soy esa clase de chica, ¿sabes? Ya te lo he demostrado un par de veces. Y tú tampoco eres lo que se dice boyfriend material.
Si quisieras oírme hablar de mis planes verías que no tienes nada que temer. Si quisieras, te lo contaría todo. Cómo no espero absolutamente nada de ti, y cómo soy tan egoísta que ni siquiera me planteo un futuro juntos. No puedo decirte que lo sienta demasiado.
Y así estaríamos mejor. Disfrutando de lo que tenemos, no strings attached. Porque tú te piensas que yo quiero más, y tus palabras también se contradicen. ¿Tengo que leerte entre líneas? Porque puedo hacerlo, te lo aseguro.
Y solo me quedaría prometerte una cosa. El día que empiece a esperar cosas de ti, el día en el que empieces a importarme de más y mi egoísmo sea cada vez menos, ese día te lo contaré, pero solo por respeto a lo que hayamos vivido hasta entonces. Y después desapareceré. Ya te conté una vez que lo haría, ¿verdad? Pues te lo repito, no se te vaya a haber olvidado.
Así que date por enterado, y vamos a besarnos y a meternos mano, que es lo que mejor se nos da.
No hay comentarios:
Publicar un comentario