Tú tan Peter Pan y yo con mi maldito complejo de Capitán Garfio

Tienes corazón de veleta.
Lo sé, lo he visto.


Yo era feliz antes de conocerle a él. Creía que tenía todo lo que se podía desear, no necesitaba nada más. Por no necesitar, no necesitaba nada ni a nadie. Estaba centrada en mi misma, en ser mi mejor versión posible.

Y entonces llegó él. Ni siquiera recuerdo cómo pasó, solo que de repente, la mecánica de mi corazón empezó a funcionar del revés. Arriba se convirtió en abajo, y el tiempo pasaba a trompicones. La espera insoportable, la incertidumbre demoledora. Las decepciones, a montones.

Ahora, viéndolo desde otra perspectiva, menos abrumadora, he decidido no voy a esforzarme por entenderlo, por entenderle. Ha sido duro quitarse la tirita, dudar entre arrancarla del tirón o quitarla poco a poco. 
Arráncala. 
Duele más, pero dura menos.

Pasan los días, las horas y los minutos. 
La herida se va cerrando, pronto no quedarán ni las cicatrices.
Por lo menos ya hemos dejado de jugar a hacernos daño.

There's nothing else I can do

Creo que nunca te quise.
Me enamoré de lo que creía que eras. Lo que creía que podías llegar a ser.
Me gustaba la idea que tenía de ti. Las infinitas posibilidades.
Cada vez que me decepcionabas me ponía excusas, y pensaba cosas como "ya mejorará", 
o "solo ha sido una vez". Pero no mejorabas.

"Es la crónica de un ciego y su mentira, 
que mil veces repetida,
se convertirá en verdad"

Pero no mejoró. No podías. No se convirtió en verdad.
Por eso te pido que me perdones.
Perdóname por creer en ti. Perdóname por darte mi tiempo. Perdóname por creer que eras lo que nunca podrás ser. Perdóname por quererte.

Pero sobre todo eso, perdóname por quererte.
Porque creo que nunca te he querido.

So brave, so gallant, so pointless

Qué bonitas suenan las palabras en tu boca.
Qué fantástico es soñar con un viaje a la luna de tus ojos y las galaxias de tus lunares.
Qué increíble inventar nuestro propio idioma que nadie más entienda.
Qué irreal poder soñar contigo cada noche, sabiendo que tú también soñarás conmigo.
Qué espectacular tu sonrisa cuando consigo hacerte reír con algún chiste malo.
Qué fascinante observarte cuando estás concentrado.
Qué majestuosas parecen las puestas de sol y los amaneceres si los vemos juntos.
Qué fabuloso es ir contigo de la mano y atraer todas las miradas.
Qué estupendo que seas a mi a quien quieras.
Qué magnífico que me dejes sin palabras solo con mirarme.
Qué alucinante es hacer el amor contigo toda la noche.
Qué mágicos son todos los momentos contigo.


Una pena que sean palabras que yo he puesto ahí, que no te he oído pronunciar.
Una lástima que tus ojos estén vacíos de luz, que tus lunares sean un mal presagio en tu piel.
Una desilusión que ni en nuestro propio idioma nos entendamos.
Un disgusto que todos mis sueños contigo sean pesadillas.
Un lamento que ni tu sonrisa sea sentida, ni que mis chistes cada día metan más el dedo en la llaga.
Una calamidad que pretendas estar ocupado con cualquier cosa, y que al mirarte no sienta nada.
Un dolor vacío son lo que me producen las puestas de sol y los amaneceres, aunque sean contigo.
Un agobio es el ir contigo por la calle, esperando que nadie se de cuenta de lo mal que estamos.
Una fatiga sentir que ya no nos queremos.
Una amargura, seguir sin palabras, pero porque ya no tengo nada que decirte.
Un desconsuelo que todo lo que no sentimos se desborde cuando intentamos volver a hacer el amor.
Una angustia haber perdido la magia, y no saber cómo decirlo.

And the award for the best liar goes to...

En un acto de buena fe, te voy a poner las cosas fáciles. No te voy a pedir nada que no me quieras dar, aunque puedas. No soy esa clase de chica, ¿sabes? Ya te lo he demostrado un par de veces. Y tú tampoco eres lo que se dice boyfriend material.

Si quisieras oírme hablar de mis planes verías que no tienes nada que temer. Si quisieras, te lo contaría todo. Cómo no espero absolutamente nada de ti, y cómo soy tan egoísta que ni siquiera me planteo un futuro juntos. No puedo decirte que lo sienta demasiado.

Y así estaríamos mejor. Disfrutando de lo que tenemos, no strings attached. Porque tú te piensas que yo quiero más, y tus palabras también se contradicen. ¿Tengo que leerte entre líneas? Porque puedo hacerlo, te lo aseguro.

Y solo me quedaría prometerte una cosa. El día que empiece a esperar cosas de ti, el día en el que empieces a importarme de más y mi egoísmo sea cada vez menos, ese día te lo contaré, pero solo por respeto a lo que hayamos vivido hasta entonces. Y después desapareceré. Ya te conté una vez que lo haría, ¿verdad? Pues te lo repito, no se te vaya a haber olvidado.

Así que date por enterado, y vamos a besarnos y a meternos mano, que es lo que mejor se nos da.

Existen máscaras de hierro para almas de cristal

Roxanne tenía el alma de cristal brillante y transparente. Si te parabas a contemplarla durante demasiado tiempo podías ver a través de ella, y joder, qué bonito era. Cómo reflejaban la luz la parte interior de sus codos, y cómo se oscurecía un poco en las clavículas. Podías hipnotizarte si mirabas demasiado.

Era la chica del alma de cristal brillante que deseaba desesperadamente que alguien le contagiara un poco de su oscuridad, para que hiciera juego con sus pensamientos. Vivir dentro de su cabeza era una experiencia terrible reservada solo para ella. Solo ella conocía todos sus demonios, y les llamaba por sus nombres y apellidos. "Si no puedes con tu enemigo, únete a él". En ocasiones les dejaba tomar las riendas de la situación, en un esfuerzo por tintar su alma de rojo brillante. Sangre.

-Hazle daño, venga.
-Sí, muérdele y arranca un buen pedazo.
-¡Sí! Seguro que no se lo espera. Acaba con él.
-Vamos Roxy, danos algo para divertirnos.
-Sabemos que tú también quieres.
-Y puedes hacerlo, mira que brazo más blandito.

Así, a golpe de mordisco, Roxanne y sus demonios acababan con todo aquel que tuviera la desfachatez de quedar ensimismado por su alma de cristal transparente. Deseaba desesperadamente gritar, aullar, llenarse el corazón de clavos y sentir de una vez que estaba viva.

Roxanne tenía el alma de cristal, y estaba harta de que la trataran como si fuese a romperse en cualquier momento.

Una huída hacia delante

No la conocí hasta el día en que murió.

Lo que, pensándolo bien, es bastante contraproducente. Moriste, y luego yo tuve la desfachatez de conocerte. De entenderte, en el sentido literal de la palabra. Fue justo cuando entré en tu casa y te encontré derrumbada en el suelo con un agujero de bala que te atravesaba la frente, cuando lo comprendí todo. 

Pero no solo eso, también fue por culpa de lo que me ocurrió después. Tenías razón con eso de no dejarte conocer, ¿sabes? Creen que me has contado el Gran Secreto, eso que solo tú sabías y que te nublaba la mirada cuando hablábamos de un futuro mejor. No tienen ni idea. Y yo tampoco. Pero eso no les ha impedido dejar de buscarme. 

Creí que tu casa sería un lugar seguro, solo porque era el sitio al que ibas cuando querías esconderte. Luego entendí que era entre mis brazos, que te hacían olvidar lo que había allí fuera. Todas las pesadillas, y todas las realidades.

¿Sabes por qué sé que no te conocía? Já, que pregunta. Pues verás, me encantaría decirte que ahora sé lo que significa ese tatuaje que llevabas en el cuello, y que lo he averiguado yo solito con la ayuda de los restos de tu apartamento. Y también sé de qué huías. Sobre todo eso.

Todo el mundo huye de algo, ¿sabes? Aunque algunos no lo sepan. Yo huyo del vacío que me has dejado, de las incógnitas que me piden que resuelva, y sobre todo, de la culpa por no haber sido capaz de conocerte antes.

Y que nos quiten lo bailao'

"Mi loco corazón anoche te quería
y esta mañana no, soy pura indecisión"

Hoy me siento libre, hoy me siento bien. He cogido mi vida por los cuernos y soy yo la que está domando este corcel indomable. Me gusta esta sensación, puedo acostumbrarme a tener el mundo a mis pies. Y a quien no le guste, que no mire.

Porque soy adicta a la adrenalina y a los vuelcos en el corazón. Me gusta tener mariposas en el estómago y pájaros en la cabeza. Y como he aprendido que nadie va a regalármelos, los voy a criar yo misma. Desde aquí arriba se ve todo mucho mejor.

Así que dime, ¿vas a gritar? ¿Vas a venir conmigo a comernos el mundo de un bocado, o te vas a atragantar con el primer pedazo? Te prometo emociones fuertes y rock & roll, el precio es que me sigas a ninguna parte.

Dame un beso de esos que hacen que en enero deje de ser invierno

He estado pensando, y ¿sabes a qué conclusión he llegado? Estoy cansada. Cansada de esperar a que quieras verme, que hagas un hueco para mí en tu apretada agenda. Así que cuando sepas lo que quieres, ya si eso, me llamas. Y yo, ya si eso, te lo cogeré. Y ya, si eso, nos veremos.
Porque está muy bien eso de hablar cuando tu quieras, y tenerme todo el día pendiente, esperando a algo que no sé si va a llegar alguna vez. Así que he pensado que voy a recoger la dignidad que me queda, y hacer caso omiso a las ganas que te tengo. 

Y cuando te decidas, si los planetas están alineados y Marte no se ha cansado de la influencia de Venus; si el sexto círculo del infierno sigue siendo de hielo y el invierno frío en enero, igual, pero solo igual, podremos vernos.

Pero hasta entonces, déjame. Te lo estoy pidiendo hasta por favor. Mira qué educada soy.

Otra copa, por favor

Dong. Una campana solitaria suena a lo lejos. La música sale a la calle desde la entrada de los garitos. Gente que sale de fiesta y gente que lleva ya un rato en los locales con alguna que otra copa de más.

Ajena a la diversión y al ambiente nocturno, América pedía su quinto whiskey con hielo. Lágrimas resbalaban por sus mejillas, motivadas por el exceso de alcohol, declarando fallido el intento de ahogar las penas. Al mirarla los de alrededor sentían un nudo en el estómago y una garra helada que les oprimía el corazón. El rostro de América era demasiado triste, pero con una belleza terrorífica y extravagante, como salido de una película de Tim Burton.

Ya ni siquiera los borrachos pedantes eran capaces de acercarse a ella. Se sentían intimidados a su lado. Y mientras, América lloraba. Lloraba y bebía. Bebía y lloraba. Y no paraba. Copa tras copa, lágrima tras lágrima.

Si aquella iba a ser su última noche, si su vida iba a dar un giro inesperadamente esperado, quería que el fin del mundo la pillara bailando, y con más alcohol que sangre en las venas. Y si para ello tenía que beberse hasta el agua de los floreros, adelante.

Va a ser lo mejor

De verdad que no lo entiendo. No entiendo estos juegos, este aquí te pillo pero no te mato. Huye, vuela, corre que te cojo. Te he visto, no me acuerdo.

Dame algo a lo que pueda agarrarme. Cualquier cosa. Estás ganando la partida y a mí nunca se me ha dado demasiado bien perder. Déjame aferrarme a algo antes de renunciar, porque sabes que lo haré. Sabes que tengo mucho menos aguante del que me gustaría, mucho menos de lo que presumo. "Dime de qué presumes y te diré de que careces". Exacto. Acertaste.

Se me han acabado los ases en la manga y los tréboles de cuatro hojas. Voy perdiendo por encima de mis posibilidades. No me queda nada que apostar, solo pedazos rotos de mí. ¿De verdad quieres ganar así?

Pues que sepas que yo no. Puede que solo me queden pedazos rotos, pero son MIS pedazos. ¿Te he comentado ya que no te los quiero dar? Son míos. Voy a ser suficientemente egoísta como para quedármelos, y no dejarte conquistarlos, porque ya me he cansado. Contigo es un no parar de perder.

Así que aquí me tienes. Rota y cabizbaja. Nada que ver con cómo era cuando me conociste, ¿verdad? Pues esto lo has echo tú. Lo que queda de mí es obra tuya. 

Pero que no te mate la culpa, que ya he sanado mis heridas miles de veces. Los pedazos que me quedan están hechos de cicatrices. Son terreno hostil, curtido de tantas batallas. No hace falta que intentes arreglarme, ni que te conviertas en el buen samaritano de la última hora. Me repliego a mi guarida. Sola. No necesito ninguna ayuda.

Déjame sola, por favor. 

Volveremos a vernos cuando no sea tan frágil.

I'm a pretty impossible lady to be with

"What do you get when you fall in love?
You only get lies and pain and sorrow."



El problema está en que no puedo soportar ni querer ni que me quieran. Te voy avisando. Cuando deje de exagerar y todo lo que escribo sea verdad, desapareceré. Me iré lejos de aquí. Planearé mi huida con todo lujo de detalles. Te dejaré echarme de menos durante una temporada, pero después, borraré todo mi paso por tu vida. Y lo haré tan bien que te dejaré preguntándote si solo fue un sueño, hasta que te preguntes si realmente existí.



"So at least until tomorrow,
I'll never fall in love again."

Haces una montaña de un grano de arena, Mon

-Y dale siempre con lo mismo. Nunca pensé que fueras idiota, Mon. Deja de hacerte la víctima. Que si ahora te quiere, que si ahora no te quiere. Que si ahora la que no quiere saber nada de él eres tú. Eres más aburrida que mirar a Tántalo intentando comer. Deja de lloriquear y haz algo productivo con tu tiempo, maldita sea.

La brusquedad con la que interrumpió el monólogo entrecortado y lacrimoso de Mónica la hizo sacudirse las lágrimas y mirar a su amiga fijamente y con asombro mal disimulado.

-Pero... es que... no puedo pensar en otra cosa... -intentó defenderse Mónica.

-Deja de inventarte putos momentos con él que jamás van a ocurrir. Mira cómo te está tratando, estoy cansada de oírte quejarte todo el jodido día y solamente porque una noche te prometió la luna y no has vuelto a saber nada de él. Supéralo, que ya eres mayorcita.

-Tú... no lo entiendes... es duro, ¿vale?

-¿Duro? Duro es el pan de hace una semana o la vuelta a clase después de un año de erasmus. Deja de ser tan jodidamente exagerada. Porque, ¿sabes qué? Yo me estoy quedando sin ropa interior, y eso sí que es un puto drama.

Agujeros

No pido tanto, idiota.


Solo dos días. Dos días nos hemos visto desde que nos conocemos. En el primero, tenía más alcohol que sangre en las venas. Y el segundo tampoco cuenta.
¿Quién te has creído que eres para robar mi corazón?
A punta de pistola, entre besos y mordiscos, te llevaste algo que era mío.

Tu lengua por mi cuello, y un pedazo menos. Tus ojos fijos en los míos y te agenciaste otro. Tu sonrisa de niño malo se llevó el tercero. Me dejaste sin nada.
Lo quiero. Lo quiero de vuelta. No soporto tanta angustia.

Me has robado un órgano vital, no tengo más que un agujero negro dentro del pecho. Ansiedad. Se queda en mí y no se quiere ir. Estoy tan llena de agujeros que podrías mirar a través de mí. Rescátame, o devuélveme lo que es mío, truhán.

Dame alcohol para olvidarte. Dame ibuprofeno para que dejes de dolerme.

Dame lo que sea, pero mañana quiero levantarme y no acordarme de nada.